miércoles, 5 de abril de 2017

ECONOMÍA RURAL Y SOCIEDAD CAMPESINA.

Bienvenidos a este nuevo encuentro, donde los escenarios que se representarán;  nos perfilan una nueva época en la Europa medieval. Comencemos entonces con este nuevo tema.

Siglos XI, XII y XIII Ritmo y límites de la expansión.

El siglo IX es un período de una excepcional claridad dentro de la historia agraria occidental; en efecto, inmediatamente después, los testimonios escritos devienen mucho menos numerosos y, sobre todo, mucho menos explícitos.

 El renacimiento intelectual intentado por el alto clero carolingio fracasó finalmente, y en los siglos XI y XII las relaciones sociales volvieron a fundarse, más que sobre textos escritos, sobre palabras, gestos y ceremonias. Incluso en los establecimientos eclesiásticos, donde el nivel cultural se mantuvo y en algunos casos se robusteció; se empleó mucho menos el pergamino en lo que respecta a la gestión de sus explotaciones rurales.

En sus relaciones con los intendentes y con los terrazgueros, los señores se fiaban a su memoria, periódicamente refrescada por asambleas y <<reconocimientos>>. Los derechos y deberes de cada uno eran establecidos y conservados con flexibilidad por la costumbre, por el conjunto de usanzas antiguas que la comunidad aldeana, los terrazgueros y los campesinos independientes recordaban colectivamente. Los cartularios redactados en esta época en monasterios y obispados sólo contienen escrituras de compra o de cambio, documentos  judiciales, títulos garantizando la propiedad de determinada parcela, etc., que por otra

La extensión de los cultivos.

 Ciertos indicios nos llevan a pensar que algunos cambios tuvieron lugar en las costumbres alimenticias durante el siglo XIII. Se puede observar que, en todas las categorías sociales, el companagium, el <<acompañamiento del pan>>, fue a partir de entonces más rico y más abundante. En el siglo XIII la mayor  parte de los hombres no se contentaban sólo con cereales. En 1289, en la hacienda de Ferring, dependiente de la abadía inglesa de Battle, los carreteros querían recibir, además de pan de centeno y la cerveza, queso por la mañana y carne o pescado a medio día.

 En 1300 - 1305 los obreros que trabajaban en la construcción del campanario de la iglesia de Boulien-en- Forez consumían, además de pan de centeno y potaje de habas, huevos, carne y mucho vino. Todos los inventarios normandos de alrededor de 1300 mencionan, como manjares para los terrazgueros corveables y los capataces: guisantes, manteca, sal, arenques, aves de corral, queso y enormes cantidades de huevos. Esta progresiva diversificación del régimen alimenticio, prueba de un bienestar creciente y de una mayor seguridad material, constituye un factor muy importante de la evolución económica rural. Por ello, la expansión de la economía rural en los siglos XI, XII y XIII fue en primer lugar una expansión agrícola.

Esta expansión se presenta como un fenómeno muy complejo que alteró todo un sistema de cultivos, porque implicaba una modificación conjunta del equipo técnico y de las relaciones que la mano de obra, del área explotada y de los métodos de trabajo.

Con el tiempo, el comercio marítimo adquirió más importancia que el terrestre. Las dos rutas comerciales por mar más importantes hacia los siglos XIII y XV eran:

Ruta del Mediterráneo; Era una ruta muy larga que unía el mundo cristiano con el mundo musulmán. Las cruzadas permitieron la entrada de barcos comerciantes a Tierra Santa y a oriente. Los protagonistas cristianos de esta ruta eran las ciudades de Venecia, Génova, Pisa, Marsella y Barcelona. Los productos que más se compraban a los musulmanes y a los bizantinos eran tejidos lujosos, perfumes y especias, y lo que más se vendía eran tejidos de lana, alimentos, armas y herramientas.

Ruta de la Hansa; Esta ruta cruzaba el mar Báltico, el mar del Norte y el Atlántico. Se llamaba así porque estaba controlada por la Hansa, una asociación de ciudades nórdicas que se encargaba de controlar el comercio fluvial, el marítimo y el terrestre de esa zona. Se comerciaba con lana de Castilla y de Inglaterra, con vino francés y con hierro, pieles, trigo y madera traídos del Báltico.

Gracias a estas rutas aparecieron dos grandes centros económicos que eran el Norte de Italia (Milán, Génova, Venecia, Pisa y Florencia) y Flandes (Brujas, Gante, Ipres y Amberes). Estos dos centros se convirtieron en ciudades muy importantes políticamente y culturalmente, porque eran puntos de intercambio de culturas, ideas, conocimientos, arte etc. En estas zonas surgió una nueva forma de vida, la burguesía.

La ampliación de los campos antiguos.


Sin duda, la mayor parte de los nuevos campos fue una prolongación del antiguo terruño sobre baldíos y pastos que lo rodeaban. Este era el procedimiento más directo y más cómodo, que incluso en ocasiones podía llevarse a efecto a escondidas del señor. Por esta razón, es también la forma de roturación que ha dejado menos rastros en los documentos, y es por lo tanto mucho más difícil de descubrirla. Para observarla hay que reunir indicios dispersos, explorar el terreno en los linderos de los bosques que subsisten actualmente e interpretar los microtopónimos, o bien la vegetación primitiva sobre la cual se ganaron nuevas tierras. Sin embargo, hay algunos textos que hablan directamente de estas ampliaciones furtivas del terruño.

Algunos señoríos han conservado series de inventarios sucesivos a través de los cuales puede seguirse la multiplicación progresiva del obispado de El y y la abadía de Ramsey que poseían al borde de los Fens, el importe de los censos se incrementó considerablemente entre el final del siglo XII y los últimos años del siglo XIII gracias a la constitución de nuevas tenencias sobre tierras ganadas a pantanos.

CAMBIOS EN LA AGRICULTURA

En los siglos XI y XII se difundieron nuevas técnicas y herramientas dentro del campo agrícola que aumentaron y rentabilizar la producción en gran medida:

–El arado de vertedera o normando. La cuchilla que araba la tierra era de hierro y era desigual, por lo que penetraba mejor. Este nuevo arado también incluía la collera y las herraduras de clavos. Con estas novedades se pudieron usar caballos para arar, ya que eran más rápidos y resistentes que los bueyes. También se le añadieron ruedas, y así el agricultor no tenía que llevar el peso del arado.

 La rotación trienal. Consistía en dividir la tierra en tres parcelas distintas, que cada año estarían dedicadas a algo diferente, según un sistema de rotación. El primer año, había en una parcela trigo (o cualquier tipo de cultivo), en la segunda legumbres, y la tercera se dejaba en barbecho, para que la tierra reposase y recuperase nutrientes. Al año siguiente, la primera parcela se dejaría en barbecho, la segunda albergaría trigo, y la tercera legumbres; y al año siguiente, la primera tendría legumbres, la segunda barbecho y la tercera trigo. Así se conseguía una mayor rentabilidad de la tierra, pero fueron necesarias la selección de semillas, y una mayor cantidad de abono.

 El molino de agua. Previamente se conocía sólo el molino de viento, y aunque aparentemente sean igualmente útiles, el molino de agua supone un avance respecto al anterior. Un molino de viento está sujeto a la situación meteorológica, es muy sencillo si no corre el viento, las aspas no se mueven. Además, por aquel entonces Europa era una extensión muy frondosa y estaba plagada de bosques. De este modo, eran pocos los lugares en los que el viento soplaba con fuerza. 
El molino de agua fue una revolución por esto, porque si bien éste también está sujeto a una fuerza de la naturaleza, el agua y los ríos son abundantes por todo Europa, y como bien hemos visto, ya desde las primeras civilizaciones surgidas hacia el 3.000 A.C., el ser humano tiende a asentarse y crear núcleos urbanos a orillas de ríos, en zonas fértiles. Con esto quiero decir que la mayoría de las aldeas y pueblos medievales contaban con su propio río, donde podían construir magníficos molinos de agua.

Condición campesina.

 El progreso agrícola suscitó en primer lugar algunas adaptaciones de las estructuras jurídicas. La expansión hacia las tierras nuevas aceleró el aligeramiento de las cargas señoriales, y las zonas de roturación aparecieron como zonas de libertad. Esto ocurrió, por ejemplo, en España, donde la reconquista y repoblación del desierto estratégico del valle del Duero dio origen a unas estructuras sociales extraordinariamente abiertas.

 Por otra parte, sabemos que en los linderos de los grandes bosques del siglo XII abundaban los pequeños alodios libres de toda sujeción señorial, y que las cartas de población de los pueblos nuevos imponían a estos unas formas de sujeción mucho más laxas. En 1159, los <<huéspedes>> instalados sobre los polders de la abadía flamenca de Bourbourg gozaban de libertad personal y de pendían directamente de la justicia pública del conde, poseían una tendencia hereditaria inalienable, y solamente debían al señor un ligero censo de reconocimiento.

 La condición campesina se modificó también en otro sentido.

El perfeccionamiento del arado y su tiro, así como la multiplicación de las labores, factores esenciales del progreso técnico en este momento, aumentaron enormemente la importancia de la labranza en el trabajo agrícola. En las cuentas de los hospitalarios provenzales puede verse que en 1338 la labranza costaba cuatro veces más que todos los demás trabajos del dominio. El progreso hizo crecer igualmente el valor relativo del equipo, de los instrumentos de cultivo, del tiro.

La sujeción del campesinado.- Si los dueños de los pequeños señoríos y los mandatarios que administraban las distintas unidades de los grandes no parecen, desde el punto de vista de la historia económica, ocupar una posición semejante, sus contemporáneos del siglo XI establecían una tajante distinción jurídica entre los primeros, clérigos, monjes o caballeros, libres de los servicios y prestaciones exigidas al vulgo, y los segundos, que estaban sujetos a unos y otras.

 Efectivamente, en torno al año mil, los textos nos presentan en el conjunto de Occidente un reparto de la autoridades por la conciencia colectiva de la época, que aparentemente era distinto del que había conocido la alta edad media. Los campesinos, tanto los terrazgueros dependientes como los poseedores de pequeños alodios, estaban sometidos al dominio privado de algunos jefes. Una pequeña élite de hombres <<bien nacidos>>, poseía dominios suficientemente vastos para vivir en la ociosidad, se reservaba una libertad auténtica, el derecho de tener armas y la inmunidad de la casa, y se sustraía a cualquier obligación social, salvo la defensa de su honor y de la fe jurada. 

Esta transformación política, y la consiguiente sujeción económica de las masas campesinas, pesó gravemente sobre la  evolución de la economía rural, pues determinaba el reparto de las cargas fiscales y por lo tanto la orientación de las más activas transferencias de riqueza que entonces tenía  lugar en el campo. Era igualmente determinante de las relaciones entre la mano de obra y los señores de la tierra

REVUELTAS CAMPESINAS.

Durante algunos siglos en la Baja Edad Media, entre el siglo X y XV, la estabilidad económica y social procedente de las Cruzadas y el desarrollo comercial respaldaron un tiempo de relativa prosperidad. Sin embargo, la propagación de la peste negra en la Europa medieval llevó a un proceso muy violento de la crisis económica donde la mano de obra disponible se convirtió en mucho más pequeña y, en consecuencia, impedía el equilibrio entre la producción agrícola y la demanda de alimentos.

 La escasez de alimentos empujó a muchos propietarios a promover el aumento de impuestos y derechos sobre la clase servil. A través de esta medida, los propietarios pretendían garantizar el mantenimiento de su nivel de vida y, al mismo tiempo, evitar que los campesinos abandonasen sus dominios con facilidad.

 En las zonas urbanas, estas dificultades también llegaron a los trabajadores libres que tuvieran sus salarios manifiestamente reducidos con la bajada del mercado de consumo. Al mismo tiempo en que estos factores contribuyeron para que las relaciones entre siervo y señor se estancasen, hay que mencionar que los cambios climáticos ocurridos en esa época tuvieron una gran importancia para la generación de varias revueltas campesinas. De hecho, la importancia de estos levantamientos encubre todo el pasado monopolizado por los escritos de la clase clerical, que acostumbraba enfatizar la relación armoniosa entre el señor y sus siervos.

En la década de 1320, los disturbios urbanos de trabajadores belgas marcaron el germen de la crisis que se estaba gestando en Europa. Unas décadas más tarde, Francia se convirtió en el escenario idóneo de las revueltas campesinas que fueron denominadas despectivamente como jacqueria (posiblemente por la chaqueta que solían llevar llamada jaque). El estallido de estos disturbios en Francia debe ser considerado en el contexto de la turbulenta época de la Guerra de los Cien Años. En ese momento, las pérdidas en los combates contra los británicos, el arresto del rey Juan II y el aumento de los impuestos sobre los campesinos eran las razones específicas que explican la organización de estos disturbios.

En varios documentos se hace hincapié en que los implicados en la revuelta criticaron la subordinación existente a las autoridades de la época. De hecho, el desorden social tiene gran importancia para el proceso de formación de algunas monarquías europeas nacionales. Ante el riesgo, la clase terrateniente (la nobleza) favoreció la creación de grandes ejércitos liderados bajo la autoridad de un monarca. Por otra parte, las revueltas representaron la ruptura de un tiempo estable y el inicio de las transformaciones históricas.

ANEXOS.










ACTIVIDAD.

Como sabemos bien se aproxima la Semana Mayor, por consiguiente vamos a preparar una exposicion donde presentaremos  las características; económicas, sociales y políticas que se presentaron en la Alta edad media y Baja edad media, identificando aquellos factores que conforman una nueva estructura social.

 NOTA; Una de las ideas que sugiero para que sea mucho más fácil y práctico el ejercicio; es el acercamiento a estas dinámicas sociales, por medio de la  elaboración de  un cuadro comparativo, así lograremos sintetizar todos nuestros saberes.


Sugerencia. 
Recuerda que este es un  espacio, para retroalimentar nuestros saberes.

https://www.youtube.com/watch?v=Qo4av_sQIqk
https://www.youtube.com/watch?v=75hGTpy6mzw

Cibergrafía.


https://historiaeuropa.wordpress.com/2011/12/27/tema-4-la-baja-edad-media/


http://www.academia.edu/11335241/ECONOMI_A_RURAL

http://www.escuelapedia.com/revueltas-campesinas-en-la-edad-media/





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