martes, 2 de mayo de 2017

CULTURA INTELECTUAL Y CULTURA POPULAR. 

Bienvenidos a esta nueva temática, la cual estará más que interesante, ya verán ... pues en ella analizaremos algunas concepciones de la época que siguen vigentes en la actualidad; como el tiempo, la imprenta, el papel de la mujer y el hombre, los artistas y su ingenio, entre otros.

sin más ni menos vamos a comenzar.


Introducción a la cultura en la Edad Media.


En el aspecto cultural, la Edad Media supuso, especialmente a partir del siglo X, un interesante florecimiento de nuevas manifestaciones artísticas y culturales, animadas por el horizonte que se abría ante los contemporáneos.
Los siglos medievales fueron, asimismo, tiempos de movimientos de personas e ideas, auspiciadas por el desarrollo del comercio, de las ciudades y su nueva clase emergente, la burguesía, así como de las universidades y las peregrinaciones, además de los movimientos de juglares y monjes de las grandes órdenes que iban de un monasterio a otro.

El intercambio al que hacemos referencia fue favorecido por el uso del latín como lengua común, ya que no sólo era el modo de expresión de los más cultos, sino que también del pueblo. No obstante, no toda la sociedad hablaba el mismo latín, de hecho, hoy en día los estudiosos han diferenciado entre el lenguaje culto y el popular, entre aquel utilizado por los monjes en sus traducciones y copias -considerado hoy un paso esencial en el desarrollo de la cultura- y el usado por el pueblo, siempre en forma oral.

Monasterios y universidades.


El clero fue el depositario de la cultura intelectual en la Edad Media, donde los monasterios y las escuelas, sirvieron como centro de estudio hasta la creación de las universidades, instituciones que consiguieron, de forma progresiva, un status de independencia.
Las universidades podían ser de dos tipos dependiendo de la naturaleza de las mismas: las Mayores eran aquellas fundadas por el poder real mientras que las Menores los eran por los prelados. Independientemente de su titularidad, en ambas se estudiaban las siete Artes Liberales o trívium y cuadrivium.


Literatura medieval.


A partir del siglo XI encontramos las primeras manifestaciones literarias en lenguas vernáculas o romances. Así, por ejemplo, en la península ibérica se fue imponiendo el castellano gracias a que fue la lengua de aquellos que llevaron a cabo la reconquista.
Entre estas lenguas locales, por ejemplo, comenzamos a observar un gusto por la lírica y la narrativa, especialmente aquella anónima y cantada, donde los temas del amor entre una dama y un caballero, amor cortés, las andanzas de los caballeros en las guerras -que además buscaban en el pasado tiempos de gran gloria- o los cantares de gesta eran los preferidos.

Estas composiciones eran cantadas por los juglares, poetas-cantantes preparados en escuelas especiales, que marchaban de pueblo en pueblo recitando las historias. El tema preferido de los cantos juglares era el amor, especialmente aquel entre un caballero y una dama. De esta forma surge el amor cortés, relación entre un caballero, y una dama casada y, por tanto, una relación más platónica que real, bajo peligro de realizar un acto infiel e incumplir así las reglas de juego.

En España, la literatura fue muy rica y variada. Desde las jarchas judías y moriscas -pequeños poemas escritos en lengua romance que algunos autores colocaban al final de sus obras, y por algunos estudiosos consideradas las composiciones líricas más antiguas de Europa- hasta el poema se los Siete Infantes de Lara, el cantar de gesta de Don Sancho II de Castilla o el Mio Cid, cantar de gesta anónimo que representa mejor que ningún otro, las andanzas de un caballero medieval en tierras españolas. Es además el único que se conserva de forma completa, la primera obra extensa de la literatura española escrita en lengua romance.

En el siglo siguiente aparecen los primeros poetas conocidos, entre los que destacarán Gonzalo de Berceo. Los principales autores españoles del siglo XIII fueron el Arcipreste de Hita, poeta satírico, Don Juan Manuel, autor de El Conde Lucanor para pasar al siglo XV con Juan de Mena, El Marqués de Santillana o Jorge Manrique, verdaderos maestros de la pluma.

Las composiciones, escritas en latín o en lenguas vernáculas, para las clases más populares o más cultas, tienen en común un fin didáctico. Todas ellas terminan con una enseñanza. El mismo fin, en una sociedad en su mayoría analfabeta, perseguían las esculturas colocadas en las fachadas de las iglesias y catedrales. Desde que sólo una minoría sabía leer y escribir, eran necesarias escenas que narrasen hechos que tuviesen cierto fin moralizador.

Filosofía.


En el plano intelectual, la cultura monástica impartida en las escuelas catedralicias primero, y en las universidades, después, tras surgir a finales del siglo XII, fue la preponderante. Así, la escolástica- método por el cual se pretendía descubrir la Verdad filosófica a través de la Dialéctica bajo el eje vertebrador de Fe y Razón- se convirtió en la manifestación filosófica más destacada de la época, dando lugar a debates y discusiones que marcarían la superioridad del mundo espiritual frente al terrenal.
Dentro de la corriente escolástica, se abrieron tres etapas diferentes que correspondieron a teorías desarrolladas por diferentes teólogos, filósofos y pensadores. Entre ellos destacaremos a Pedro Abelardo, Roger Bacon, Alberto Magno- quien tradujo a Aristóteles- su ayudante Santo Tomás de Aquino- el pensador más prolífico de la Edad Media que llevó a la escolástica a su máximo apogeo- o Guillermo de Ockham, quien realizó una excepcional crítica a las teorías Tomasistas.

Aspectos científicos.


Otro aspecto importante si hablamos de la cultura en el Medievo, es la alquimia, siendo aquellos que la desarrollaron llamados alquimistas. El más importante entre los españoles fue Arnaldo de Villanueva quien aprendió en las mejores escuelas de químicos árabes. Si atendemos a la medicina, fueron los autores griegos e islámicos los más traducidos al latín y así las teorías de Galeno- médico griego- pasan a convertirse en el centro de la ciencia médica hasta llegar a nuestros días a ser considerado el padre de la medicina moderna.
La Cultura medieval es un conjunto de manifestaciones filosóficas, religiosas, literarias, etc. que conforman el corpus de la intelectualidad de la Edad Media.

DESARROLLO CULTURAL EN LA EDAD MEDIA.


El surgimiento de las ciudades, la formación de una próspera clase media, las reformas monásticas y el contacto con otras culturas estimularon el desarrollo cultural. Los príncipes y la Iglesia necesitaban de personas instruidas en las leyes. El comercio internacional y las operaciones de dinero requerían de un mayor grado de instrucción. Con el fin de responder a estas exigencias se formaron asociaciones de profesores y estudiantes, comparables a los gremios con sus maestros y aprendices. Estas corporaciones de estudio recibieron el nombre de Universidades.

 La  primera fue la Escuela de Bolonia, famosa por sus juristas.
Luego, los príncipes y reyes fundaron Universidades en toda Europa. La fundación debía ser aprobada por el Papa. Cada Universidad recibía sus estatutos propios.La Universidad estaba dividida en las cuatro Facultades de Artes, Medicina, Derecho y Teología. El primer grado universitario era el Bachillerato. El título de Magister confería el derecho de enseñar en la Universidad. Los estudios culminaron en el Doctorado.

Las Universidades servían a la formación profesional y preparaban a los profesores, médicos y abogados que la sociedad necesitaba. Pero su tarea más elevada consistía en la búsqueda e interpretación de la verdad. Los sabios cristianos estaban convencidos de que la razón y la fe se complementaban. La filosofía y la teología debían explicar los misterios de la revelación divina. El sabio más famoso de la Edad Media fue Santo Tomás (1225-1274), el principal representante de la Escolástica, quien creó una síntesis de la filosofía aristotélica y del pensamiento cristiano.

Durante toda la Edad Media el latín fue la lengua de la Iglesia, de las Universidades y de la ciencia. Al formarse las nacionalidades europeas, éstas desarrollaron sus propias lenguas, que luego encontraron también expresión literaria. En España nació como primer documento literario de la lengua vernácula el Poema del Cid. Se considera que la obra literaria más grandiosa de la Edad Media es la Divina Comedia, del poeta italiano Dante. Esta obra, que narra la historia del viaje mítico del poeta por el infierno, el purgatorio y el cielo, es auténtica expresión del espíritu religioso de la Edad Media.

La religiosidad medieval encontró también su expresión en las creaciones del arte y, en especial, en la arquitectura. A partir del siglo X se desarrolló el arte románico, que se caracteriza ante todo por el empleo del arco de medio punto y la bóveda y la cúpula de media naranja. En el siglo XII nació en Francia un nuevo arte que recibiría el nombre de gótico. Sus elementos más típicos son el arco apuntado u ojiva, las ventanas de lancetas, los rosetones y las vidrieras de múltiples colores. La catedral gótica, con sus altas torres y sus altas naves era expresión de una profunda religiosidad y de la mística esperanza del hombre medieval de unirse a Dios.

EL Tiempo en la Edad Media, acercamiento a lo cotidiano.


El tiempo tenía para el hombre medieval dos referentes; el primero, de carácter físico, era el sol; el segundo, de carácter espiritual, eran las campanas de las iglesias. Esto ponía de manifiesto la dependencia del ser humano respecto a la naturaleza
Las relaciones existentes entre el cómputo de la Pascua y el ciclo lunar y entre la Navidad y el solsticio de invierno, los dos hitos del calendario cristiano evidenciaron el papel de la Iglesia en la visión del tiempo entre los europeos.

Los tiempos litúrgicos se acomodaron a las grandes divisiones del año, las estaciones. Al inicio del invierno, el Adviento anunciaba el nacimiento de Cristo. Tras él, al comenzar la estación y terminar el año, las fiestas navideñas (Natividad, Circuncisión, Epifanía), estaban seguidas por un tiempo de purificación (de animales: san Antón, 17 de enero; de personas: la Candelaria, 2 de febrero; de conciencias: Cuaresma, recuerdo de los cuarenta días de ayuno de Cristo en el desierto).

Con la primavera, llegaba la Pascua (domingo después del primer plenilunio de la estación), la Ascensión y el Pentecostés. Y con el verano, la festividad de san Juan (24 de junio), en pleno solsticio estival, recubriendo ritos cristianos del agua y el fuego, y, tras él, la Asunción de la Virgen (15 de agosto), la gran fiesta de la fertilidad de las cosechas.

La llegada del otoño, con la rendición de cuentas y rentas, se puso bajo el título de dos santos mediadores: Mateo, el recaudador (21 de septiembre) y Miguel, el arcángel encargado de pesar las almas (29 de septiembre). Por fin, el año cristiano, pero también el de la actividad agrícola, ganadera y pesquera, concluía en torno a Todos los Santos (1 de noviembre), la conmemoración de los fieles difuntos (día 2), heredados de la tradición celta, y San Martín (11 de noviembre).
El ritmo semanal, resultado de dividir en siete el mes lunar de veintiocho días, estaba ya en la tradición caldea, pero fue el relato bíblico de la creación el que consagró seis días de trabajo y uno de descanso, en que está prohibido todo trabajo, incluso el viaje, si no es por motivo grave. Así 52 domingos al año y otras tantas fiestas, numerosas sobre todo en mayo y diciembre, constituían los días de guardar, con obligación de oír misa y evitar obras serviles.

De esta forma, por cristianización de tradiciones previas o imposición de otras nuevas, la Iglesia se convirtió en la gran dominadora del tiempo en la sociedad europea. Incluso, dentro del día, el ritmo de las horas se inspiraba en el de las previstas en las reglas monásticas y las campanadas de los templos se encargaban de recordarlas.
A lo largo del siglo XIV el ritmo de vida cotidiana en las principales ciudades de occidente experimentará una profunda modificación.

 El tiempo, como bien divino que venía medido por la sucesión de campanas que anunciaban las horas canónicas, deja de ser elástico y gratuito para convertirse en un elemento mesurable y apreciable. Los negociantes medievales descubrieron que la medida del tiempo era importante para la buena marcha de los negocios, pues la duración de un viaje, las alzas y bajas coyunturales de los precios o el periodo invertido por un artesano en la elaboración de un producto eran factores temporales que intervienen al final en los resultados económicos; es decir, se descubrió que el tiempo tenía su precio, por lo que era necesario controlar y medir su discurrir.


La lengua vernácula.


Las lenguas vernáculas son el resultado de la interacción de muchas culturas que van influenciando el idioma. Por ejemplo de las lenguas celtas, incorporamos a nuestro idioma las siguientes palabras: roca, muñeca, manteca, morcilla, potaje, tocino, cerveza y bate.
También existen iberismos como: conejo, becerro, garrapata. Del fenicio adoptamos las siguientes palabras: nombres como Elisa, Emmanuel y las palabras vaca y Cádiz. Del vascuence: Chatarra, pizarra, alud.

A rasgos generales, los romanos antes del Siglo III a.c, influenciaron y enriquecieron nuestra lengua española cuando en ese siglo invadieron Hispania aportando el latín vulgar.Poco después, los visigodos comenzaron un lento proceso de fragmentación lingüística que dio como resultado los diferentes dialectos españoles
Tardíamente, los árabes en el 711 D.C dominaron toda la Península Ibérica (menos las montañas del norte) aportando aproximadamente 4 mil arabismos.

Algunos ejemplos de palabras que fuimos adoptando en nuestra lengua cotidiana son: alfombra, atalaya, aceite, aceituna, albahaca, albañil, alcalde, alcantarilla, alcoba. Y entre otras; alcohol, alfalfa, álgebra (aritmética), algodón, ojalá (si Alá quiere).
En la baja edad media, Antonio de Nebrija redactó la gramática castellana, siendo ésta la primera de una lengua vulgar. Juan de Valdés, en su Diálogo de la lengua (1535), expresa la importancia de la herencia filóloga al decir:“Todos los hombres somos más obligados a ilustrar y enriquecer la lengua que nos es natural y que mamamos en las tetas de nuestras madres, que no la que nos es pegadiza y que aprendemos en libros”

Durante la Edad Moderna, con la conquista de América, el castellano comienza a llamarse español y se enriquece con vocablos indígenas como: cocuyo, colibrí, daiquiri, hamaca, huracán, henequén, iguana, caribe, tabaco, maní.
En cuanto a los africanos se adoptan en nuestra lengua vernácula las palabras: Bomba, candungo, cocolo, Cocoroco, burundanga, abombarse, fufú, funche, chévere, dengue, anamú. Y de los anglosajones adoptamos palabras como parkear, relax, dron, ok, gufear, entre otras muchas otras.

Literatura vernácula; El vernáculo es un género literario que utiliza el lenguaje usado diariamente en la escritura y el habla. Es diferente de las obras escritas, ya que normalmente siguen la variedad formal del lenguaje. La palabra “vernáculo” se refiere al escribir o hablar del público.

Encontramos el origen de la literatura vernácula durante la edad media en diferentes países de Europa. De hecho, el latín era el lenguaje de los documentos históricos, la religión y la gente común ni siquiera lo hablaba en la Europa medieval como tampoco la lengua sánscrita en la India.

Sin embargo, los escritores de lengua vernácula divergieron de las tendencias formales escribiendo en el lenguaje de la gente común como Dante, Geoffrey Chaucer y Mark Twain. En esta línea, Dante Alighieri fue el primero que utilizó el lenguaje vernáculo en su famoso poema épico, La Divina Comedia.

Dante, Petrarca, Boccaccio entre otros humanistas rescataron las lenguas antiguas para comunicar sus ideas, pero a la vez consideraban que las lenguas vernáculas eran un vehículo eficaz para transmitir los saberes y a la vez cultivar las ciencias.
El poeta Dante Alighieri escribió en latín De vulgari eloquentia (Sobre la lengua vulgar) para así exaltar el habla italiana cotidiana, la cual no consideraba una lengua estática, sino al contrario, una lengua que evolucionaba y que necesitaba ser contextualizada en la historia.

La Imprenta.


Hacia la mitad del siglo XV se dio a conocer la imprenta en Europa, aunque éste no había sido un descubrimiento nuevo. En efecto, el libro impreso más antiguo que se conserva, estampado con grabados de madera, procede de China y al adaptar el colofón que lleva con la cronología occidental indica que fue impreso en el año 868. Esta fecha pone de relieve que el arte de la impresión se conocía desde mucho antes y que se produjo inicialmente en China.

 Ahora, lo que sí hay que decir es que los fines iniciales de la impresión en China eran diferentes a los propuestos por los europeos. Para los chinos la impresión cumplía con el deseo, no de difundir el saber, sino de obtener ventajas religiosas con la reproducción fiel de una imagen o un texto sagrado (36). Otra diferencia importante entre el arte de imprimir en Oriente y Occidente era los materiales utilizados. En Europa se imprimía con tipos móviles de metal (pequeños bloques de plomo que tienen en relieve un signo o una letra) mientras que en China y en otros países asiáticos influidos por esta cultura la impresión se hacía con bloques de madera.

El inventor de los tipos móviles en Europa fue Johann Gutenberg (1.394-1.468), quien además también se encargó de solucionar gran parte de los problemas con que se enfrentaría el impresor para hacer su labor eficiente. Debido a la cantidad reducida de caracteres distintos que tiene el alfabeto romano, el tipo móvil, fabricado en metal y en grandes cantidades para cada letra individual, ejerció gran influencia en la imprenta de Occidente

. Esto no fue posible en China pues la enorme cantidad de ideogramas no era apropiada para el tipo móvil intercambiable. El primer libro datado e impreso con tipos móviles de metal fue la Biblia de “Gutenberg” que apareció poco antes de 1.456 aunque sin colofón. Gutenberg se encargó de adaptar la prensa de tornillo de madera que usaban los encuadernadores para asegurar que los tipos estuvieran unidos y poder oprimirlos con fuerza. De esta manera se obtenía una impresión uniforme. También solucionó el problema de la tinta pues se necesitaba una que no se corriera de los bordes del grabado. Afortunadamente el problema del papel ya estaba resuelto pues los chinos ya lo fabricaban.

El arte de imprimir o como lo llamaban los primeros impresores, ars artificialiter scribendi, o el arte de la escritura artificial, tenía como propósito original producir grandes cantidades de un manuscrito y de igual calidad. A medida que la imprenta se hizo más popular los precios de los libros impresos fueron bajando y los copistas se vieron en serios aprietos. Al final lo que tuvieron que hacer fue colaborar con los impresores. Durante el período posterior a la Biblia de Gutenberg se pudo observar la competencia de lo viejo, los manuscritos, con lo nuevo, los libros impresos y el triunfo de éste último conllevó a la popularización de muchos manuscritos. Las obras ya no aparecían en latín solamente, sino también en lenguas vernáculas por lo que el conocimiento, antes privilegio de eruditos y de gente rica, se hizo más público que nunca.

Las imprentas se multiplicaron de manera sorprendente. A partir de la única imprenta en Mainz en 1.457, en sólo veintitrés años se establecieron imprentas en 110 ciudades (37). Por tanto, los libros se incrementaron en grandes proporciones y para el año 1500 ya existían cerca de diez millones de libros impresos en circulación. Los ejemplares de cada libro también fueron creciendo en número; hacia 1.480 se imprimían a lo sumo cien ejemplares por libro y para 1.500 la producción sobrepasaba fácilmente los mil ejemplares lo cual produjo el abaratamiento de los libros y la consecuente facilidad de adquirirlos para mucha gente.

El aporte de la imprenta para el nacimiento de la ciencia experimental fue tan importante que las fechas que marcaron el inicio de una nueva concepción de la naturaleza son las de las publicaciones de grandes obras. Entre ellas está la aparición de la primera edición impresa del libro de Nicolás Copérnico De Revolutionibus Orbium Caelestium en 1.543 cuando su autor se encontraba en el lecho de muerte. Según los expertos, con la publicación del Revolutionibus comenzó la revolución científica de la que hicieron parte Galileo y Newton. El mismo año de publicación del libro de Copérnico es el de la publicación del libro de Vesalio sobre sus estudios de anatomía, De humanis corporis fabrica, el cual le valió la fama a medida que se difundía por toda Europa.

 Con este libro Vesalio dio a conocer que la anatomía “humana” de Galeno era sólo el conjunto de afirmaciones generalizadas con base en el estudio de otros animales. Este fue, por supuesto, un paso importante para la medicina pero el llamado a abrir el sendero de la medicina moderna fue un hombre contemporáneo de Vesalio y de apodo “Paracelso”.

ANEXO.











ACTIVIDAD.

A partir de todo lo que hemos visto en este nuevo encuentro, vamos a realizar un cuadro comparativo.
El cuadro;  debe tener un paralelo entre la Alta Edad Media y la Baja Edad Media, teniendo en cuenta los siguientes parámetros.

1. Tipo de sociedad.
2. Economía.
3. Postura del artista y del arte.
4. Postura de la iglesia.
5 . Concepciones y comportamiento de hombre y la mujer.
6. El tiempo.
7. Inventos.
8. Obras literarias y artísticas.
9. Cultura.
10. Ciudad y el campo.
11. El poder.

NOTA: Todos los anteriores elementos ayudarán a reforzar nuestros saberes, en caso de que el blog ofrezca poca información, se debe investigar.

Sugerencias.

https://www.youtube.com/watch?v=CLO6-VO64EA
https://www.youtube.com/watch?v=wrGVRPN9wfA ( Este video se encuentra dividido en varias partes, todas de manera muy creativa, reúne un resumen de la edad media en general, y enseñan la cultura de su época.)

CIBERGRAFÍA.

https://aquellamamosedadmedia.wordpress.com/desarrollo-cultural-en-la-edad-media/
https://www.lifeder.com/lengua-vernacula/
http://historiaybiografias.com/edadmedia11/
http://historiaybiografias.com/la_imprenta/

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